Esta encantadora casa de piedra en Inca en una finca de 14.400 m2, se puede renovar en su tamaño actual o ser ampliada hasta aprox. 216 m2 de superficie habitable y una piscina de hasta 35 m2. La finca dispone de 2 pozos y energía solar, aunque también es posible conectarse a la red eléctrica pública. Distribuidos en los 95 m2 de superficie habitable se encuentran 2 habitaciones de generosas dimensiones con un paso central, ideal como futura sala de estar con cocina y comedor, 1 dormitorio doble y 1 baño, más un garaje y un horno de leña. A destacar las paredes de piedra vista en el interior, las vistas panorámicas a la Serra de Tramuntana, el tejado totalmente renovado y aislado y el fácil acceso por camino asfaltado.

Esta encantadora casa de piedra en Inca en una finca de 14.400 m2, se puede renovar en su tamaño actual o ser ampliada hasta aprox. 216 m2 de superficie habitable y una piscina de hasta 35 m2. La finca dispone de 2 pozos y energía solar, aunque también es posible conectarse a la red eléctrica pública. Distribuidos en los 95 m2 de superficie habitable se encuentran 2 habitaciones de generosas dimensiones con un paso central, ideal como futura sala de estar con cocina y comedor, 1 dormitorio doble y 1 baño, más un garaje y un horno de leña. A destacar las paredes de piedra vista en el interior, las vistas panorámicas a la Serra de Tramuntana, el tejado totalmente renovado y aislado y el fácil acceso por camino asfaltado.

En poco menos de 3 min en coche o 12 min a pie, se puede llegar a Inca desde esta finca y disfrutar así de lo mejor de ambos mundos: El espacio y la privacidad que sólo una finca puede ofrecer, y toda la comodidad de vivir en la ciudad de Inca, dotada de todos los comercios, servicios, instalaciones y transporte público que uno pueda necesitar para su vida diaria. Gracias a la autopista, tanto Palma como las turquesas playas de arena de la costa Norte están a sólo 20 minutos de la finca. El impresionante telón de fondo es la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Una finca propia es el lugar perfecto para vivir todo el año o simplemente tener como refugio de fin de semana, un lugar donde nos reunimos con amigos para la paella del domingo y donde nos olvidamos del tiempo entre las verduras, frutas y hierbas que cultivamos, cosechamos y preparamos nosotros mismos. El lugar donde podemos criar animales y el lugar donde encontramos la naturaleza que buscamos. Un lugar muy cercano a la Sierra de Tramuntana, Patrimonio de la Humanidad, que ofrece innumerables propuestas de excursiones. Un lugar que te brinda la oportunidad de dedicarte a tus aficiones y al que querrás volver una y otra vez. Está finca en Inca te está esperando.