Esta casa reformada en Pollença dispone de 3 dormitorios y 2 baños, entrada, salón, comedor, cocina con acceso a un pequeño patio de luz, lavadero y una terraza en la azotea. La casa está equipado con aire acondicionado frío/calor, ventanas de madera y PVC con doble acristalamiento, persianas de madera, suelo de baldosas cerámicas y se vende amueblado, listo para entrar a vivir. Esta propiedad es fácil de mantener y ofrece la mezcla perfecta de un espacio moderno y confortable con pocos gastos, a pocos metros de pie de todo lo que ofrece Pollença.

Esta casa reformada en Pollença dispone de 3 dormitorios y 2 baños, entrada, salón, comedor, cocina con acceso a un pequeño patio de luz, lavadero y una terraza en la azotea. La casa está equipado con aire acondicionado frío/calor, ventanas de madera y PVC con doble acristalamiento, persianas de madera, suelo de baldosas cerámicas y se vende amueblado, listo para entrar a vivir. Esta propiedad es fácil de mantener y ofrece la mezcla perfecta de un espacio moderno y confortable con pocos gastos, a pocos metros de pie de todo lo que ofrece Pollença.

Sólo se puede comprender realmente lo increíblemente preciosa que es Pollensa cuando se pasea por sus calles medievales, bordeadas de casas centenarias. Las casas, a veces estrechas, a veces anchas, a veces señoriales, tienen ese estilo mallorquín característico que, junto con la animada escena cultural de Pollensa y su excelente infraestructura, crean un entorno armonioso para vivir todo el año. Las paradisiacas playas y calas más cercanas está a menos de 10 minutos en coche.

Pequeño pero bonito debe ser: Esta casa en Pollensa está muy bien aprovechada y encantadora, lo que la convierte en el hogar ideal para ti. La idílica ubicación, los elementos de diseño rústico como las vigas vistas, la privacidad que ofrece la terraza desde dónde puedes disfrutar las vistas sobre el pueblo y las montañas alrededor, y sobre todo, la proximidad a todo lo que te gusta son sólo algunas de las muchas razones por las que te encantará esta casa. ¿Podemos enseñártela?