En medio de una zona residencial de lujo, especialmente preferida por su proximidad al puerto, se encuentra la villa de lujo construida en 2005 por los actuales propietarios en una parcela de unos 1.100 m2. Con gran atención al detalle, se tuvo mucho cuidado para aplicar los altos estándares de calidad de construcción. A pesar de la ubicación en la ladera, al aparcamiento - sin rampas empinadas - se accede directamente desde la calle. Desde el aparcamiento, una escalera conduce a la zona de entrada de la casa. Al entrar en la espaciosa zona de entrada, gracias a los ventanales de suelo a techo, se abre un magnífico panorama hacia el Este con vistas al mar y a la Serra de Tramuntana. El interior ha sido diseñado siguiendo un mismo estilo en toda la casa y tiene una superficie habitable de aproximadamente 330 m2 en 2 plantas. En la planta superior hay una elegante cocina equipada, el salón-comedor abierto y un dormitorio doble con baño en-suite. Otro punto a destacar son las amplias zonas de terraza con un salón chillout y una zona de comedor adicional.

La planta inferior ofrece, además del lavadero, cuarto de seguridad y segundo salón, otros 3 dormitorios dobles, cada uno con baño en-suite con ducha (uno de ellos con jacuzzi y vestidor adjunto). Desde la terraza cubierta de piedra arenisca, la escalera baja a la zona de la piscina, cuyo jardín perfectamente cuidado y maduro proporciona mucha intimidad y un efecto de oasis. La calefacción por suelo radiante y el aire acondicionado centralizado, en combinación con las ventanas Climalit de calidad de construcción alemana, garantizan un confort de vida absoluto durante todo el año. Las habitaciones debajo de la piscina y el garaje están actualmente sin usar y están predestinadas a funcionar como gimnasio o salas técnicas.

La zona Gotmar de Port Pollença ofrece la vista perfecta a la bahía y a la península Fortaleza debido a su ubicación en la ladera con orientación Este. Port de Pollensa, con su codiciado y popular paseo marítimo, también es conocido por una zona inmobiliaria muy especial y muy conocida, el Paseo Voramar, o Pine Walk en inglés, llamado así porque el paseo marítimo está bordeado en su mayor parte por pinos muy viejos. En primera línea de mar y con vistas al mar y al puerto, el paseo, con sus numerosos apartamentos y urbanizaciones de larga tradición, ofrece una experiencia de vida incomparable: ¡puro mar! También hay que mencionar que la bahía de Pollensa, orientada al sur, goza de un estatus de culto absoluto entre los surfistas y, especialmente, entre los aficionados al kitesurf.