Esta posesión de más de 200 años de antigüedad en Manacor, con unos 160.000 m2 de terreno y 1.435 m2 de superficie construida, fue en su día el centro señorial de la agricultura y la ganadería extensiva. Consiste de varias parcelas, una de ellas escriturada separadamente y urbanizable individualmente. Una capilla en el vestíbulo de entrada, con impresionantes techos abovedados, vigas de madera visibles en el techo y los edificios adyacentes completan esta imponente casa de campo mallorquina, que necesita una renovación completa. La finca dispone de un propio pozo legal y conexión a la red eléctrica.